martes, marzo 06, 2007

UNA AVENTURA . . .




Cansancio, agotamiento y mucho trabajo han hecho que mi vida sexual se haya reducido de manera drástica!! y no lo puedo permitirr!! así que tuve que tomar medidas al respecto antes que parara en una loca quesua...

El Sábado; Eran tal vez las nueve de la noche, salia de mi trabajo molesta y cansada así que pase brevemente a la vídeo-tienda cercana, no vi nada que valiera la pena en la sala de vídeos, así que un poco frustrada salí y me encaminé a hacia una linea de taxi dentro del estacionamiento en un centro comercial... caminé en la oscuridad hasta el fondo, vi que habían algunos vehículos ocupados, a veces algunos hombres permanecen a en sus autos a la espera de alguna ofrecida [como yo]...

Ensayé mi movimiento de caderas de un lado al otro no muy pronunciado, traía un pantalón corto que se bajaba un poco mas abajo de la cintura y mi camiseta era un poco entallada y dejaba al descubierto parte de mi espalda y trasero y mi ombligo por el frente aun con poca luz era posible atisbar la carne pálida de mi cuerpo...

Me paré a un lado de un taxi y a la par estaba estacionado un BMW desde el cual se asomaba un hombre con mirada entre distraida y lujuriosa y descarádamente me agaché, fingiendo recoger algo y a la vez mostrando la carne de mi trasero al insolente mirón, entonces con voz ronca me dijo:

—¿No lo encuentras? tal vez está por aquí-

Al escucharlo me incliné aún más y le dí un jaloncito a mis pantalones para dejar ver un poco mas de mi trasero, esta vez se asomó la ranura que separa mis glúteos y sentí el fresco aire de la noche acariciarme aunado a la sensación de la mirada del hombre aquel...

—¿No esta ahí?— me preguntó

-No, pero ya lo encontraré después- le dije acercándome a él...

Su mano se acercó a mi pecho izquierdo que se veía abultado por la presión de mi entallada camiseta...

-¿Qué andas buscando? —me dijo apretando mi teta y deslizando su mano hacia mi espalda, en sus ojos pude mirar el deseo que le asaltaba...

—Nada. ¿Por qué?-
Pero no dejaba de mover su mano para acercarla a mi trasero, me voltee para facilitarle el trabajo y gocé de sus desesperadas caricias que se esforzaban por sentir toda la suavidad de la carne de mis nalgas...

Yo era un objeto sexual completo. Quería serlo; Un bizcochito, como dicen ellos, los hombres ordinarios, los machos que trabajan fuerte y tienen las manos ásperas y que a veces buscan aventuras como yo... Aventuras en donde sólo les basta con alargar la ma?no... él la alargó... y encontró una tibieza, una suavidad de terciopelo. Sus manos son grandes y toscas, llenas de callosidades, entre ellas cabía con plenitud mi suavidad y mi tibieza...

CONTINUARÁ

Un beso hasta lo mas profundo de sus seres...

AFRODITA

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola dioses! ya los encontre y fijense que me hacian falta... por lo que veo siguen de tremendos asi que estare pendiente ok

Afro.. chamaaaa te pasasssteeee, pero bueno, se vale aventurarse..

saluditos a priapo.. besos