ENTREGA AL PLACER... (continuacion de Amor de Hombres)

Sencillamente porque deseo que me conozcan mejor, esa imaginación se hiso mas que una realidad, Esto fue hace ya algún tiempo; pero fue una experiencia que me marco en mi personalidad y destino. Saber que estaba deseado por el y el echármela de "machito" no fue mi fuerte esta vez, como ya les dije yo siempre trataba de ser "activo" en mis relaciones sexuales, hasta que después de tratar con este hombre que deseaba y quería mucho se no dude la ocasión de ser "pasivo" y como me gustaba bastante se lo permiti sin presentar obstáculos.

No solo había descubierto cada detalle corporal de este hombre, lo considere el hombre de mi vida por un momento; también el asunto era que ya le había visto que se gastaba tamaño trabuco entre las piernas, algo así como un batracio adormecido dentro de su pantalón. Por fin juntos, no lo podía crecer, nuestras respiracion no eran normales, nos comíamos con los ojos, no encontrábamos por donde empezar; se quito su ropa dejando libremente esa culebra que empezó a desenroscarse lentamente.

Me tomo con fuerza, me beso como nunca antes una mujer ni un macho lo había hecho... solo el. Me lamió, beso todo y cada parte de mi cuerpo con pasión... yo atónito, lo que una vez soñé estaba ocurriendo al pie de la letra. Tomo su gran falo, me lo empezó a pasar por la cara, rosándome los ojos, las cejas, la nariz y por ultimo llego a mis labios. No teniendo mas opción permiti que me la introdujera en la boca, sentir su mucosa en mi lengua me causo mucho placer,y el muy bárbaro en que casi gozaba del frenesí, decidió sodomisarme. De una vez y con mi permiso, pues no aguantaba mas, quería tener aquella barbarie dentro de mi, era un deseo loco, masoquista, pero así lo deseaba... Su monstruoso glande me dilató el ano con una fuerza terrible pero apasionante, lo ahuecó a su alrededor hasta el punto que creí que iba a estallar, empujó, suave, forzó un poco, hasta que yo, sin poder contener un grito que sonó a gemido felino deje entrar por completo , me confundía entre dolor y éxtasis... Una combinacion perfecta.

Prosiguió sin piedad su esfuerzo hasta el momento en que el borde del enorme capullo de carne, como la muesca de una punta de flecha, hubo franqueado el miserable anillo, atrozmente distendido. Y de pronto a la manera de un corcho que salta de fuera de una botella de vino espumoso, la masa del glande brotó en mis entrañas y pareció hundirse en ellas hasta el infinito, propulsada por la estremecedora longitud y el peso de la verga. No se que es ser violado, sondeado y hurgado en el cuerpo, hasta que la estaca de un hombre , sobre todo si se tiene el tamaño de este, entra con violencia es un salto monstruoso, pero si nos ha abierto por la fuerza del amor, si se ha hundido o sentido con placer, si es deseado, se alojara toda con nuestra aprobacion al corazón de las entrañas, en lo que parece ser lo mas estrecho, lo mas secreto, lo mas privado del cuerpo.

Para decirlo todo, para algunos, que no lo han deseado, a los que les ocurre sin que sea su voluntad, a los que no entregan su ano por primera vez con amor y pasión la sensación es tan espantosa cuanto una verga no llena las entrañas...

Por supuesto, no fue mi caso...