
... Tras el primer desgarramiento de la penetración, se diría que se mueve en libertad, que se agita y retoza en una especie de vacío, mientras que, atrás el ano permanece separado hasta el límite de su resistencia al rededor de la raíz que a su pesar, también desea ser penetrado, pero no, el lo impide mientras me tortura.
Desagradablemente descarta rechazar la intromisión de mis dedos en sus extrañas, aun quiere sentir la sensación de vacío anal, la enloquecedora ausencia del contacto de las mucosas con las mucosas, de la carne con la carne. No obstante, continuo con mi dilatación del ano; vuelve en sí junto al furioso deseo de la sensacion. A cualquier precio se desearía arrancar el monstruoso cuerpo extraño y al mismo tiempo, se hace continuamente el esfuerzo para conservarlo precisamente con el fin de de sentirlo, ya que sólo así se logra sentir, aún a costa del desgarro y del dolor.
Así en lugar de permanecer simplemente ensartado y de intentar disminuir en lo posible dolor evitando todo movimiento, acomodandose lo mejor posible a la enorme verga de mi macho deseado, e impidiéndole poco a él también moverse dentro de mi, no podía evitar el avanzar y el retroceder de todo su falo, cuando sentía la mas punzante sensación que coincidía con el momento en que alcanzaba meterla toda, recobraba y reconocía, por así decirlo, el mas conmovedor placer, ese era el momento en que al ir hacia adelante todo lo que podía, obligaba también al glande de mi amante a retroceder dentro de mi, todo lo que podía, distendiéndolo aún mas y presto a salir de él en último desgarramiento, en este preciso instante, en que el glande, en toda su ancha plenitud rozaba las estrechas paredes de mi ano, iba a salir de él, a retirarse fuera de mi, el sufrimiento se volvía intolerable y lanzaba un grito terrible. No se por que, si por que lo retiraría y no lo sentiría mas, o por el alivio del dolor que se transformaba en un placer loco...
Pero este roce en el umbral de mi cuerpo, me sacudía de los pies a la cabeza en una sola frenética convulsión de placer y, en el momento mismo del sufrimiento y del goce, recobraba la fuerza que me impulsaba de nuevo al encuentro del cuerpo, y me deslizaba por su verga, que era su cuerpo y su alma, para atraparla toda, impedir que se escapase, tragarla y engullirla de nuevo con mi ano, y de nuevo sentirla estirarse toda ella lentamente en mis entrañas, en lo mas profundo de mi. Cuando hice brotar de él y le extirpé la savia, lanzó un verdadero aullido y sentí con fulgurante claridad el chorro ardiente que se desparramaba y que me inundaba las cavernas de mi cuerpo... Divina e indescriptible sensacion...
Una vez vivida esa experiencia comprendi por que algunos hombres se consideran solo "activos" y es debido a que no se han conseguido con un amante que les haya hecho vibrar de placer. Pero hay mas placer cuando te das y se entrega el también al placer...
Conseguirse a un hombre o una mujer que sexualmente te satisfaga totalmente te hace depender solo del sexo, y si dependes solo de esto puedes ser infeliz al menos con un poco de amor untaras la poción perfecta para que continúes sintiendo el placer como verdaderamente es debido, A plenitud, como los dioses.
